LA EDUCACIÓN INCLUSIVA – Alba Yolanda Gonzalez Ferreira

INTRODUCCIÓN

El presente ensayo tiene como finalidad realizar un análisis de las situaciones de exclusión que se observan en los diferentes niveles educativos, de la importancia de una verdadera inclusión, de qué manera es y debería ser esta inclusión en el aula y quienes son los responsables de que toda persona en estado de vulnerabilidad pueda tener acceso a una educación de calidad.

Las políticas de inclusión educativa en Paraguay básicamente se sustentan en los programas de gratuidad de la educación en el acceso y permanencia en el sistema educativo de los sectores sociales desfavorecidos de la sociedad.

En Paraguay, el 55,6% de jóvenes de 15 a 29 años, en el 2015, no asistía a un establecimiento educativo. Si se separa por rangos, se ve que de 15 a 19 años es el 30,1% que no asiste a una institución de enseñanza, lo que aumenta drásticamente si se acrecienta el rango de edad, siendo de 67,5% de 20 a 24 años y de 85,2% de 25 a 29 años, a partir de los datos de la Encuesta Permanente de Hogares 2015, demuestran que de los jóvenes que abandonan la educación formal, el 66,4% manifiesta que lo hizo por motivo económico, y entre las mujeres también adquieren relevancia motivos relacionados a las responsabilidades del hogar, y cómo tercer motivo se encuentran razones relacionadas a la oferta educativa.

La educación es clave para el acceso a un trabajo digno, por ello se deben buscar políticas sociales y educativas que posibiliten el acceso y permanencia de los mismos. En este contexto de exclusión social que viven los jóvenes en Paraguay, es bueno preguntarse ¿cuáles son las intervenciones y programas que han funcionado para la inclusión educativa de jóvenes vulnerables?

DESARROLLO

La exclusión social puede ser comprendida como “un proceso mediante el cual los individuos o grupos son total o parcialmente excluidos de una participación plena en la sociedad en la que viven” (European Foundation, 1995, pág. 4. Citado en Pérez de Armiño y Elzagirre, 2006).

En esta definición se pueden observar puntos interesantes de análisis. La situación de exclusión puede darse de manera individual o colectiva, afectando uno o varios aspectos de la vida y ésta situación imposibilita una participación en ámbitos económicos, sociales y políticos.

Lograr la inclusión educativa de jóvenes vulnerables, es un gran reto en América Latina y una tarea no solo formativa sino también política, ya que supone trabajar para disminuir las desigualdades sociales, la injusticia social y la inequidad económica (Arzate, 2015). Autores (Domingo y Martos, 2017) señalan, que un abordaje a la exclusión educativa va más allá de lo escolar, e implica una serie de acciones que trabajen lo humano de los jóvenes, ya que este aspecto es central en el abandono escolar.

La inclusión educativa “se relaciona con el acceso, la permanencia, la participación y los logros de todos los estudiantes, con especial énfasis en aquellos que por diferentes razones están excluidos o en riesgo de ser marginados” (Fernández y Hernández, 2013, pág. 28). Por ende, las políticas de inclusión educativa, desean transformar el sistema educativo con el fin que sea capaz de responder a la diversidad y que el derecho a la educación con igualdad se efectivice.

En un estudio realizado en Argentina acerca de los conocimientos de docentes y directores sobre la inclusión educativa, se encuentra que para los docentes resulta un desafío incorporar estrategias de inclusión escolar, ya que ellos consideran no estar preparados para un abordaje con dicho enfoque, debido a que en su formación docente no se les brindó las herramientas necesarias para responder a esta problemática. Así también, el estudio destaca que el sistema educativo dificulta el proceso (Boerr, 2016).

De igual manera, existen estudios que indagan sobre la importancia de la práctica de los directivos en la educación inclusiva. En un trabajo llevado a cabo en tres instituciones de Educación Secundaria Obligatoria de España, se evidenció que resulta de mucha importancia un estilo de gestión participativo y democrático, la capacidad del equipo directivo para crear entusiasmo, la experiencia compartida, el trabajo en equipo, colaborativo, son elementos que surgieron como relevantes para el desarrollo de una escuela inclusiva (Fernández y Hernández, 2013).

Es un hecho que en América Latina existen dificultades estructurales que excluyen de la educación superior de calidad a grupos de jóvenes en situaciones de vulnerabilidad (Chávez, 2013), aun sabiendo, que estudios demuestran que las personas que terminan la educación universitaria se encuentran en una situación laboral mejor que los que sólo han terminado la educación media (Escanés et al, 2017).

Por una cuestión de poder delimitar los programas a tener en cuenta, para este trabajo se entiende la juventud de acuerdo al rango de edad utilizado por la Secretaría Nacional de la Juventud de Paraguay, que es de 15 a 29 años, por ser éste el rango que se tiene en cuenta para la elaboración de políticas públicas destinadas a esta población. Aun así, se tiene presente que la literatura sugiere hablar de las juventudes, por ser este un concepto que no se puede entender desligado a un contexto histórico y social, es decir, situado en un tiempo y lugar específico, así las posibilidades educativas de un grupo de jóvenes puede ser muy diferente a las de otros grupos (Alvarado, Borelli y Vommaro, 2012).

La República de Paraguay  sustenta sus aspiraciones de alcanzar una educación inclusiva de calidad y equidad en nuestra Carta Magna, la participación de Paraguay  dentro del marco mundial en materia de política educativa se ha dado en algunos foros y convenciones entre las que se encuentran la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos “Satisfacción de las Necesidades Básicas de Aprendizaje”, Tailandia   (1990);   la   Conferencia   Mundial   sobre   Necesidades   Educativas Especiales   celebrado   en   Salamanca,   España   (1994);   el   Foro   Mundial   de Educación para Todos celebrado en Dakar (2000), así como las recomendaciones de   la   UNESCO   en   el   Índice   de   Inclusión   (2000),   el   foro   mundial   sobre   la educación, con la declaración de Inclusión: Educación 2030: Hacia una educación inclusiva y equitativa de calidad y un aprendizaje a lo largo de la vida para todos. Haciendo un poco de historia en   1992 el Estado paraguayo elevó la educación básica a un rango de gratuita, laica y obligatoria en su Artículo 73 Constitucional, en 1945   la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se pronunció por la educación como un derecho universal para todo ser humano que tiene por objeto el “pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos” lo cual quedó plasmado en la Declaración Universal de los derechos Humanos en el Artículo 26 (párrafos 1 y 2). En nuestro país los esfuerzos por la inclusión educativa y social tomaron impulso con la Ley General de Educación de 1993 y la Conferencia Nacional Atención

Educativa a Menores con Necesidades Educativas Especiales reorientando los servicios de educación especial, una reforma de los planes de estudio de las carreras   docentes  y  una  mayor   coordinación  entre  las  distintas   secretarías  e instituciones de gobierno, resultado de ello fue la En el año  2002  inicia Programa Nacional  de Fortalecimiento  de   la Educación Especial y de la Integración Educativa, en el  2013 el Plan Nacional de Desarrollo y   el  Programa  Sectorial   de  Educación  2013-2018   en  el  Objetivo   3  menciona “Asegurar mayor cobertura, inclusión y equidad educativa entre todos los grupos de la población para la construcción de una sociedad más justa” de esta manera se busca dar mayor impulso a las políticas, de este plan se desprende  el Acuerdo Secretarial 711 sobre las Reglas de Operación del Programa para la Inclusión y la Equidad Educativa (SEP, 2015) que para el año 2017 es el Acuerdo 22/12/16. En el Artículo 12 de la Ley para la inclusión de las personas con discapacidad y algunas leyes como la Ley Integral para las personas con discapacidad del Estado de Campeche, donde establece en su Art 14  párrafo 1 que la autoridad educativa debe garantizar el acceso a las escuelas y a los programas de educación regular de   las   personas   con   discapacidad,   estas  acciones   dan   vista   de   las   leyes   y esfuerzos que en nuestro país se han estado para garantizar el acceso de las personas en condiciones de vulnerabilidad “Educación es la formación destinada a desarrollar, en la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas  de   acuerdo   con   la   cultura y   las  normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen”, basado en esta definición y al hecho de que todos tenemos este derecho, es importante analizar si realmente todos incluidas las personas en condiciones de vulnerabilidad tienen acceso a recibir esta educación, existen diferentes contextos en los que viven niños, niñas y adolescentes  en nuestro país, en cada una de las regiones existen características diferentes las cuales deberían ser parte de ese diagnóstico para la conformación de diferentes políticas públicas que eliminaran las  barreras y desigualdades para el acceso a esa educación a la que todos deberíamos poder acceder.

Las desigualdades educativas siempre han estado presentes, pero derivado de la pandemia   por   el  COVID   19   estas   limitaciones   se  hicieron   más   palpables,   el desafío de poder brindar educación a todos los niños niñas y adolescentes que viven en   diferentes  contextos,   viven diferentes  realidades,   así   como  de todos aquellos que presentan alguna discapacidad. Los alumnos con discapacidad son aquellos que, por razón congénita o adquirida, tienen una o más deficiencias de carácter físico, mental, intelectual o sensorial, y asea permanente o temporal, y que al interactuar con las barreras que le impone el entorno   social   pueden   impedir   su   inclusión   plena   y   efectiva   en   igualdad   de condiciones con los demás. No es lo mismo integración que inclusión, la educación inclusiva es considerada como un proceso que toma en cuenta y responde a las diversas necesidades asociadas a la discapacidad y al ambiente, pero no exclusivamente a ellas todo esto,  implica que   las  escuelas  deben  reconocer   y  responder   a  las  diferentes necesidades de los estudiantes sin distinción de raza, género, condición social y cultural. Para entender mejor a que se refiere la inclusión, hay que entender un concepto importante que son las BAP (barreras para el aprendizaje y la participación), Las BAP surgen de la interacción entre los estudiantes y los contextos; las personas, las   políticas,   las   instituciones,   las   culturas   y   las   circunstancias   sociales   y económicas que afectan sus vidas, por lo tanto, podríamos decir que son todos esos elementos del contexto que son una barrera para que los niños aprendan. Las barreras de aprendizaje son de tres tipos las actitudinales, estas se refieren a la actitud de docentes, alumnos, padres   o cualquier actor educativo, como el rechazo, segregación, exclusión o las actitudes sobreprotectoras, las segundas son las  Pedagógicas, en donde las acciones  de   enseñanza   y   aprendizaje   no corresponden al ritmo ni al estilo de aprendizaje del alumnado, falta de inclusión en   las   actividades   debido   a   que   no   se   planean   teniendo   en   cuenta   las características y necesidades del alumnado tanto los alumnos con discapacidad como   los   de   aptitudes   sobresalientes   pueden   presentar   BAP   cuando   las actividades   no   está   de   acuerdo   a   sus   capacidades,   la   tercera   es   la   de organización, estas se refieren al orden y estabilidad en las rutinas de trabajo, diferencias en la aplicación de las normas, la distribución del espacio y mobiliario, falta   de   espacios,   materiales  adecuados,   comunicación,   así   como   la   falta   de ambientes de aprendizajes adecuados dentro del aula, son factores que afectan negativamente el aprendizaje de cualquier alumno. Tenemos que entender que las barreras para el aprendizaje y la participación no las presentan los alumnos, estas barreras se derivan del contexto que rodea a los alumnos, de ahí que el análisis debe darse no sobre quienes tienen discapacidad o quienes presentan vulnerabilidad sino de que es lo que en su entorno limita el que puedan acceder a una educación y por tanto al logro de aprendizajes.

Actualmente existe más información en el tema de inclusión, más tratados, más leyes, iniciativas, bibliografía y mensajes que pretenden sensibilizar a todos en este tema,   en las escuelas se dan temas de inclusión, se presentan videos y reflexiones sobre el tema, sin embargo  estos mensajes y el designar un día como día de la discapacidad no es una acción suficiente para poder decir que estamos siendo incluyentes, la inclusión no solo se da en casa, en la escuela o en el trabajo, la inclusión se debe dar en todos los ámbitos, niveles y espacios de la sociedad. La inclusión en la educación que es el tema que  atañe en este ensayo, podemos decir que se ha tratado de avanzar, el tema de la inclusión se está retomando en los  consejos   técnicos donde   se  están  dando   asesoría en   relación  a  ello,   sin embargo los docentes y las escuelas no están preparados para enfrentar este reto,   la   inclusión   no   solo   es   para   los   niños   con   discapacidad,   con   aptitudes sobresalientes es también aplicable para todos aquellos niños, niñas y  adolescente que   viven   situaciones   de   vulnerabilidad   física,   social,   cultural,   ambiental   o económica,  tratar  de  reducir  esas   barreras  de  aprendizaje   en  el   aula,  es  un esfuerzo muy importante pero no es en sí una solución. En el ámbito nacional e internacional existen diversos fundamentos jurídicos que sustentan los principios de la educación inclusiva y la obligación de los Estados para lograr la equidad e inclusión en la educación. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención sobre los Derechos de los niños, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la Organización de las  Naciones Unidas (ONU), que México promovió  y  firmó  en   el año  2007; todas   ellas  tienen el   propósito de   generar igualdad, así como promover, proteger y asegurar el goce pleno de  todos los derechos   humanos   y   libertades   fundamentales   para   todas   las   personas   con discapacidad y promover el respeto de su dignidad inherente. Esta   ultimas   en   su   artículo   24,  referente  a   la  educación,   establece   que   “los estados partes deben asegurar un sistema de educación inclusivo en todos los niveles;  que las personas con discapacidad puedan acceder a una educación primaria y secundaria inclusiva, de calidad y gratuita, en igualdad de condiciones con los demás; que se hagan ajustes razonables en función de las necesidades individuales   en   el   marco   del   sistema   general   de   educación   para   facilitar   su formación y que se brinden medidas  de   apoyo   personalizadas   y   efectivas   en entornos   que   fomenten   al   máximo   el   desarrollo   académico   y   social,   de conformidad con el objetivo de la plena inclusión.” así como en otros artículos establece que se debe contar con los medios necesarios que les permitan ejercer sus derechos. Realizando un análisis de los fundamentos jurídicos en el   ámbito nacional se cuenta con la Constitución Nacional, Ley General de Educación, Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación,  esta última señala que las acciones afirmativas que se implementen podrán incluir aquellas que favorezcan el acceso,   permanencia   y   promoción   de   personas   pertenecientes   a   grupos   en situación de discriminación y sub representados. En conclusión, existe un marco legal nacional e internacional que faculta a las autoridades gubernamentales para generar   estrategias   orientadas   a   favorecer   la   inclusión   con   el   propósito   de construir sociedades más justas y equitativas. El comité de los derechos de las personas con discapacidad de la ONU emitió diversas observaciones y recomendaciones que el estado debe atender las principales recomendaciones en materia educativa hablan sobre la necesidad de crear un sistema inclusivo en todos los niveles de la educación, tanto en la legislación   como   en   las   políticas;   del   desarrollo   de   ajustes   razonables   con recursos presupuestarios suficientes y de la formación adecuada de los docentes. Podemos darnos cuenta que lo realizado   en   materia   de   inclusión no ha   sido suficiente,   la última intervención vista en el ámbito de planes y programas en materia de educación es la “Estrategia de equidad e inclusión en la educación básica:  para  alumnos con  discapacidad,  aptitudes  sobresalientes  y dificulta dese veras   de   aprendizaje,   conducta   o   comunicación”   generada   como   parte  del nuevo modelo educativo, en el cual se plantea información importante acerca del contexto y principios de la inclusión, orientaciones para la implementación de la estrategia donde se habla de las dimensiones y el material de trabajo para la aplicación de esta estrategia la cual debe surgir de un diagnóstico que permita implementarla de manera pertinente en las escuelas, este material es útil en la aplicación de ajustes razonables dentro de las aulas y poder brindar un espacio integrador pero no del todo incluyente.

Haciendo un análisis de lo que se ha hecho y lo que falta por hacer algunas de las necesidades que yo identifico en uno de los como problemáticas es la falta de oportunidades y  espacios para niños con discapacidad intelectual, para seguir con su educación en el nivel medio superior, el sistema público brinda atención hasta secundaria  pero  no   hay  espacios   para  poder  continuar  y solo   en  una  o   dos escuelas particulares a nivel nacional brindan la oportunidad de seguir estudiando este grupo vulnerable, otro tema es la infraestructura inadecuada para eliminar estas   barreras   estructurales   de   las   escuelas,   falta   de   comunicación,   medios tecnológicos  o acceso  a escuelas cercanas a los lugares donde habitan para alumnos en situaciones de vulnerabilidad económica, y muchos otros temas más, pero hablare de un tema que me ha dado vueltas en la cabeza y que creo que es más un tema importante, el tema de la formación de los docentes en materia de inclusión, tomando como ejemplo  los alumnos con discapacidad auditiva, donde considero la solución no es llevarlos a una clase especial en el CAM (centro de atención múltiple), pedirle a la mama o papa que apoyen en como poder entenderlo que quiere comunicar o brindarle un material especial, es una situación donde al buscar una verdadera inclusión debería desde la formación docente implementarla   enseñanza   de   la   lengua   de   señas   mexicanas   (LSM),   no   solo   para   un especialista sino que es algo que todos los docentes deben dominar desde su formación para poder de igual manera compartir este conocimiento con todos sus alumnos,   eso   sería   brindar   una   verdadera   igualdad   donde   todos   los   niños crecieran dominando este lenguaje como parte de su vida diaria y de esta manera los niños con discapacidad auditiva estarían en igualdad de condiciones, este es solamente un ejemplo de lo que se podría hacerse con políticas públicas   en materia de educación que realmente impulsen la inclusión educativa, empezando por  la  modificación   de   planes  y  programas   tanto  de  escuelas   formadoras  de docentes como en el nivel básico para una verdadera inclusión, en otro tema interesante   el   trabajo   con   la   inclusión   desde   el   establecimiento   de   políticas públicas   como  el   hecho  de    brindar   a  todas  las  escuelas  el   equipamiento  e infraestructura necesaria   para poder eliminar estas barreras estructurales y de organización , la implementación de internet en todas las comunidades para que estos   sectores   vulnerables   tengan   espacios   adecuados   para   realizar investigaciones y tareas,  el establecimiento de trasporte para aquellos niños que viven lejos de las escuelas o acercar las escuelas a ellos, en este caso me viene a la mente cuando les regalan bicicletas para llegar a las escuelas, no sería mejor establecer   caminos   y   trasporte   para   resolver   estas   situaciones   y   no   solo implementar paliativos para verdaderos problemas sociales que interfieren en el logro de una educación de calidad, esas necesidades de formación docente, de programas de apoyo para padres con niños con discapacidad o en situaciones de vulnerabilidad, estos son solo algunos ejemplos de necesidades apremiantes  que generan barreras para el aprendizaje y la participación.

CONCLUSION

La educación inclusiva debe estar inmersa en la cultura de la  comunidad, las políticas educativas y las prácticas de enseñanza aprendizaje, para hacer posible que   todas   las   personas   independientemente   de   su   origen   socioeconómico   y  cultural,   y   de   sus   capacidades   innatas   o   adquiridas,   tengan   las   mismas oportunidades de aprendizaje en  cualquier contexto educativo, contribuyendo de este modo, a forjar sociedades justas y equitativas.

La adopción de la inclusión educativa es gradual, y es importante reconocer y valorar   cada   logro   de   las   acciones   emprendidas   por   autoridades   educativas, directivos, docentes, familias y alumnado, en diciembre se conmemora el día delas   personas   con   discapacidad,   este   tipo   de   acciones   son   importantes   para difundir y concientizar, no quedarse en las entregas de útiles escolares, uniformes, lentes etc. solo para la foto, es atacar de raíz estas situaciones y poner realmente en igualdad de condiciones a todos los estudiantes enfrentar esos retos para alcanzar   la   inclusión   de   los   alumnos   que   siguen   excluidos,   es   pavimentar  la carretera de la inclusión, no solo ir tapando los baches mientras transitamos. Existen avances en materia de inclusión en el ámbito educativo que se traducen en políticas, prácticas y culturas inclusivas, pero hace falta más legislación para la inclusión  en  todos  los   ámbitos  de  la  sociedad,  económico, político,   cultural  y formar alianzas la familia, escuela y comunidad para hacerlo posible.  Como docente debemos tomar en cuenta que los estudiantes poseen capacidades diferentes, independientemente de la situación económica en que se encuentre cada   uno   de   ellos,   nuestro   deber   como   profesionales   de   la   educación,   es enseñarles que todos somos iguales y tienen el mismo derecho a recibir una educación de calidad, con la finalidad de construir escuelas para todas y todos.

En cuestión de pertinencia, las iniciativas descriptas en general responden a las necesidades del contexto, aunque todavía existen grandes desafíos. Los participantes tienen una percepción positiva de estas iniciativas, valoran tener alternativas a la educación regular que les permita continuar la educación a pesar de las dificultades de sus contextos. La flexibilidad de las clases, horarios accesibles, tarde/noche, el tipo de metodología modular y poder ir con los hijos, son características que adquieren importancia para los participantes ya que permitieron el acceso a la educación. Sin embargo, lo que respecta a poblaciones indígenas, las iniciativas son pocas, y los que se tienen no se adecuan a su realidad cultural. Lo que lleva a pensar, en la importancia de la participación de los actores claves desde el diseño de los programas y en todo el proceso, para que realmente se vayan adecuando a las problemáticas de cada contexto específico.

Con respecto a la eficacia, es difícil determinar si los programas alcanzan o no los objetivos propuestos, ya que existen serios problemas en el planteamiento y/o elaboración de los programas, los indicadores de resultados no son claros, o no son alcanzables ni medibles. Así también, no se planifica una línea de base al iniciar los programas.

En cuanto a la eficiencia queda mucho por discutir, en general los docentes son capacitados para el trabajo con los diferentes colectivos, ya que en su formación docente la enseñanza en el trabajo con grupos vulnerables es precaria, como es el caso de los docentes en educación para jóvenes y adultos, que no están formados en este tema y se les debe acompañar con capacitaciones en todo el proceso. Así también, aunque se aprecie avances en el fortalecimiento de las instituciones, este no es suficiente, ya que existen graves falencias sobre la infraestructura y materiales, y la administración de los recursos económicos.

En ocasiones ocurre que los programas no se dan a conocer a la población de interés, o la información sobre el programa no es clara, lo que dificulta el acceso.

Bibliografía

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http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1_150917.pdf             EDUCACIÓN | Definición de EDUCACIÓN por Oxford Dictionary en        Lexico.com2021

 EDUCACIÓN   |   Definición   de   EDUCACIÓN   por   Oxford   Dictionary   en   Lexico.com  y   también   el significado de EDUCACIÓNORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS, Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Consultado el 28 de febrero de 2018 en: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2015/09/la-asamblea-general-adopta-la-agenda-2030-para-el-desarrollo-sostenible/

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